El confeso perpetrador del crimen ya está detenido / Las primeras
investigaciones apuntan a la misma organización que acabó con la vida de
Alejandro I de Serbia
Marcos Zavala | Sarajevo
Un
presunto activista de origen serbio ha acabado esta mañana con la vida de
Francisco Fernando, Archiduque de Austria-Este y legítimo heredero al trono
austro-húngaro, y la de su esposa, la condesa Sophie Chotek. Fuentes policiales
atribuyen el atentado al grupo radical nacionalista Mano Negra. Entre los
móviles del crimen se baraja una posible llamada de atención ante la iniciativa
federalista que el Archiduque anunció el pasado mes y que incluía entre sus
principales postulados la conversión de Bosnia en una provincia más del conglomerado
austro-húngaro. El criminal, que asumió la responsabilidad del crimen desde el
primer momento, fue detenido gracias a las los transeúntes que arremetieron
contra él.
El
crimen tuvo lugar a las 10.50 horas (hora local), cuando un joven identificado con el nombre
de Gavrilo Princip disparó dos veces contra el coche en el que se desplazaban
Francisco Fernando y su esposa camino del hospital, donde tenían concertada una
visita a los enfermos. El primer tiro impactó en el pecho del archiduque,
mientras que el segundo rebotó en la carrocería del vehículo y acabó
inflingiendo a la condesa Sophie una herida mortal en el tórax. Ambos
fallecieron a los pocos minutos en el hospital al que inicialmente se dirigían.
Antes,
aproximadamente a las 10.10 horas, un transeúnte arrojó un artefacto explosivo
al interior del coche. Este rebotó,
según testigos presenciales, en el capó, y acabó por estrellarse contra el
vehículo que circulaba inmediatamente detrás. Como consecuencia, fueron más de
20 los heridos, aunque no hubo que lamentar ninguna víctima mortal. El presunto
culpable intentó suicidarse ingiriendo veneno y posteriormente se tiró al río,
pero sus intentos fueron en vano. Actualmente ya se encuentra bajo disposición
judicial.
Tras
esto, la comitiva optó por proseguir su camino hacia el Ayuntamiento, lugar
desde el cual el archiduque, con una fundada crispación en el tono, criticó
ante la muchedumbre las “pésimas” medidas de seguridad que el gobierno local
había preparado para su visita. Terminó dedicando unas palabras de agradecimiento
a los muchos ciudadanos que lo acogieron y, finalmente, y tras una larga
discusión con las autoridades policiales presentes, subió junto a su esposa en
el coche que le llevaría a la muerte.
Para evitar el centro de la
ciudad y eliminar así cualquier riesgo ante otro posible ataque, el gobernador Potiorek decidió que el vehículo imperial debía
seguir en línea recta por los embarcaderos Appel hasta el hospital de Sarajevo.
Sin embargo, Potiorek asegura que se le olvidó avisar al conductor, Leopold
Lojka, de esto. De camino al hospital, Lojka giró a la derecha en la calle
Francisco José, en vez de seguir el nuevo trazado estipulado. En la maniobra se
produjo lo que, a falta de confirmación oficial, fue un fallo mecánico, y el
terrorista Gavrilo Princip acabó con la vida del archiduque y su mujer.
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