En menos de 24 horas el Gobierno
manifiesta a través de un comunicado su profundo malestar e insta a los
ciudadanos a investigar en sus entornos para señalar a los disidentes
Ana Esther Méndez | Viena
“El atentado de Sarajevo no quedará impune”. Con estas
palabras se inicia el comunicado que esta mañana se ha emitido desde la Casa de
Austria-Hungría con motivo de la situación de crisis que el asesinato del archiduque ha generado, no solo en el país, sino también a nivel europeo. En el escrito, de doce páginas de extensión, se pide a la ciudadanía que
lleve a cabo un papel proactivo en el proceso, investigando a sus conocidos y
posibles disidentes del régimen, para dar con posibles simpatizantes con grupos terroristas de guerrilleros que pretendan volver a atentar contra el régimen.
Y no solo eso, sino que desde el gobierno se ofrece también una recompensa hacia todos aquellos ciudadanos, que cumpliendo un "deber cívico con sus coetáneos" logren arrojar un poco de luz y ofrecer información a las fuerzas de seguridad. “Todo el
mundo es objeto de duda”, continúa el escrito, “por lo que estimamos necesario
la implicación ciudadana. Todos aquellos datos que nos puedan conceder, serán
bien valorados y pagados”.
Por el momento, solo se ha detenido a un hombre de
nacionalidad serbia como autor del magnicidio. Fuentes policiales sospechan que el joven autor, que ha terminado por confesar el crimen, podría pertenecer a una de las organizaciones más importantes y peligrosas que luchan contra el Imperio: La Mano Negra, compuesta por guerrilleros serbios.
Además, este periódico ha podido conocer, por fuentes directas del
gobierno Imperial, que las investigaciones se ciernen ahora sobre diversos grupúsculos de
guerrilleros que llevan operando en secreto durante cerca de cuatro años. La Mano Negra es tan solo uno de ellos. Algunos de los cuales, ya fueron disueltos hace cinco años, en 1909, siendo sus cabecillas
arrestados y fusilados. Sin embargo, la proliferación de estos grupos incita a establecer como
hipótesis una presunta culpabilidad de sus miembros. Desde el gobierno estiman
que un atentado de estas características no podría ser desarrollado por una
única persona, ya que las tareas de coordinación serían muy complejas.
Otra de las hipótesis que se defiende a ultranza desde
las altas cúpulas del gobierno austro-húngaro es la posible implicación del propio gobierno de Serbia en el atentado, dado que la nacionalidad del culpable. Por ello, en las próximas horas, el gobierno austro-hungaro se pondrá en
contacto con los serbios para pedir explicaciones por tal atrocidad. Por el
momento, se desconoce el momento y la forma a través del que se hará este
primer contacto tras el magnicidio.
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